lunes, 15 de diciembre de 2008

Maldita empatía...

Jueves: El me oyó decir "la vida no se va a solucionar en un día" mientras yo hablaba con una amiga. Y efectivamente, me refería a él. Creo que despues de tanto tiempo de conocerlo, de tanto tiempo de tratar de entenderlo no se puede definir todo en un día. O tal vez, sí. Tal vez hay que hacerlo todo de una buena vez, como la famosa frase cliché "sacarlo como si fuera una curita, de un solo tirón".
Es que si no se hace así, no sé cómo se puede hacer.

Siempre que lo veo y tenemos algo de tiempo para conversar a solas, me siento muy cerca de él. No sé si es una percepción errónea, pero abre los ojos muy grandes y siento que me escucha de verdad. Y siento que nos acercamos. Cada día más es una pista más para entenderlo. El es tan callado, que de un breve comentario puedo obtener muchísima información. Y creo que el lo nota.

Una de la mañana, en la puerta de su casa. "Nos vemos mañana?" lo escucho decir. "Será cierto o correrás tambien esta vez?" pienso, mientras le sonrío silenciosamente.

Obviamente al día siguiente no lo vi. Obviamente. Obviamente, corrió en dirección opuesta una vez más.





Es extraño. He pasado el viernes pensando que me gustaría decirle todo lo que pienso. Preguntarle qué es lo que piensa. Y saber, de una buena vez si sería mejor no verlo nunca más. Le cuento la historia a alguien y esa persona me dice "cuando las cosas se complican tanto no debes forzarlas. Es sólo que no deben pasar".






Sábado. Salí con alguien más. Han pasado 3 horas ya desde que me lo encontré y he llegado a tres conclusiones importantes. Es hermoso, es inteligente y está totalmente loco. Ha hablado muchísimo y tal vez me he enterado de demasiado. Me dice que soy una persona peligrosa. Y le creo. Pero el también lo es.

Es tarde y ya estoy con sueño. Y empieza la parte más extraña de la noche. Me cuenta un secreto. Siento mucha tristeza, porque desde que estuve con depresión, me volví empática. Cuando alguien siente dolor, siento que todo se me arruga por dentro. Se me hace difícil respirar.

¿Por qué se está abriendo así conmigo? Me asusté un poco...esto es muy intenso. El parece no haberse dado cuenta que me ha atado un nudo en la garganta. Nos decimos adios y no sé si lo volveré a ver.






Domingo. Me duele la cabeza. Maldita empatía. Puedo intuir el dolor de uno, el dolor del otro. Maldita empatía.



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